Somos los mejores

Somos los mejores. No cabe ninguna duda. Vaya exhibición de la roja en el estadio de Riazor. Es casi imposible describir con palabras la satisfacción que sentimos hoy sábado noche todos los españoles gracias a nuestra selección. Quién nos lo iba a decir hace unos años, cuando caíamos impotentes en manos de Korea y un árbitro cabrón, o dos años más tarde con Sáez, cuándo ni siquiera conseguimos pasar de la fase de grupos en la Eurocopa de Portugal.

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Toque, toque y toque. Apertura a banda, internadas en el área, quiebros, ¿Que no sale? no pasa nada, se vuelve a la defensa y vuelta a empezar. Toque, toque y toque...

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Esta selección es un no parar. Increíble el centro del campo, haciendo que los belgas se sintieran frustrados ante una situación imposible de dirigir por un técnico que estaba anonadado. Costó que llegara el primero, pero a partir de ahí, todo fue sobre ruedas. Uno de Silva, otro de Villa, Piqué se suma a la fiesta, vuelve el canario a perforar la meta rival, y otro más del asturiano con regalito incluído de Cesc.

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Hacemos un parón para hablar de este jugador. El jugador más importante del Arsenal, uno de los cuatro mejores equipos de la Premier League, la mejor liga del mundo, no es capaz de hacerse con la titularidad en la selección española, con las bajas en el centro del campo de Senna e Iniesta. Increíble, ¿no?

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Otro 'stop'. Gerard Piqué. Increíble el central blaugrana. ¡Qué casta!¡Qué fuerza tiene este jugador! Cada vez me recuerda más a Fernando Hierro en sus años mozos, con un desplazamiento en largo que nada tiene que envidiar al del ex-madridista, se atreve a subir y meterse hasta la cocina, y una definición que muy pocos defensas centrales tienen a la hora de ponerse frente al guardameta.

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Lo dicho, somos los mejores, y quién lo niegue, no es digno de hablar de este hermoso deporte llamado fútbol.