Otro que empieza de nuevo tras dos años en el infierno es el Real Betis Balompié, al que ya le dedicamos una entrada en el pasado. Con el retorno a primera, y un equipo que, a diferencia de campañas anteriores, es al menos, equilibrado. Dos laterales para cada costado, cuatro centrales, cinco centrocamistas, cuatro extremos, cuatro delanteros. Cualquier aficionado parcial al fútbol, que no haya seguido la trayectoria verdiblanca en años anteriores, pensará que esto es un detalle insignificante, pero nada más lejos de la realidad. La planificación deportiva de la plantilla ha sido, año tras año, paupérrima, pese a que el equipo disfrutaba de una 'falsa estabilidad económica' y podía permitirse fichajes que a día de hoy son impensables.
Invitan al optimismo varios detalles; el adiós casi definitivo de Lopera, la gestión de la nueva dirección deportiva, a la que personalmente le doy un voto de confianza. No le ha temblado el pulso a la hora de tomar decisiones delicadas, como la marcha de Emaná, o la renovación total de la cantera, así como la eliminación del equipo "C" del filial verdiblanco. Además ha mantenido una política de austeridad impopular de cara al aficionado, pero necesaria para la recuperación financiera del club.
Sin embargo, esperaremos a diciembre para dar la nota final.
